No siempre ha sido fácil, fui muy criticada por la comunidad de lectores por el hecho de utilizar libros que pueden ser leídos por otras personas…
He recibido comentarios como:
- los libros son para leer…
- qué haces con los libros?
- qué pena!
- eso no se hace!
Ahora, voy a escribir sobre la realidad de los libros impresos, hay muchísima gente que acumula libros, pero que, en algún momento de su vida, decide deshacerse de ellos, los motivos son variados:
Ya los ha leído, no se van a volver a usar.
Están viejos, pintados, faltan páginas, etc.
Tienen demasiados, y a pesar de ser queridos, necesita espacio.
Por estos, y otros motivos, los libros se desechan, sé de personas para las cuales los libros son muy importantes, que han intentado donarlos a las instituciones públicas, pero la respuesta ha sido siempre la misma…”no”.
Muchos no entendemos este tipo de respuesta, estamos hablando de la cultura escrita, algo muy importante para muchísimas personas en el mundo.
Ahora te cuento mi versión de esta misma historia:
Utilizo libros viejos, que la gente debe tirar, porque no hay opciones reales de reutilizarlos.
La mayoría de mis libros los recojo en el punto limpio, pero también mucha gente que ya me conoce, así que me los dona directamente, cuando quieren deshacerse de ellos.
No rompo los libros, solamente están doblados, es decir, si en algún momento quieres leer el libro, siempre lo podrás desdoblar y leerlo, (el único inconveniente es que una vez desdoblado, es muy difícil doblarlo otra vez).
Un único libro se imprime sobre papel miles de veces, en varios idiomas, nunca doblaría libros únicos, de ediciones limitadas o una primera edición de la biblia de Gutenberg… ¡al fin y al cabo, solamente estoy reutilizando papel impreso!
Un dato más;
Solo en la provincia de A Coruña se tiran una media de 100 mil libros al año, es decir, una media de más de 270 libros en un día.
Si tienes libros que ya no quieras/deseas estaré encantada de poder adoptarlos.